Con la llegada de internet, la frase “el papel aguanta todo” recorrió en un abrir y cerrar de ojos el mundo entero por el asfixiante peso de su significado.
Muchos creen que cuando terminan de diseñar un site en papel, que luego será llevado a Html, ya tienen la mitad del trabajo elaborado, cuando el final de esta etapa representa apenas 10% de lo que implica la concepción de una página.
Probablemente, quienes inician en el entorno web desconocen lo que es la Arquitectura de la información, sin imaginar que todo contenido publicado en la red está basado en una planificación minuciosa que se desglosa en dos áreas fundamentales, laberínticas y engañosas.
Cuando dices que tienes el diseño completo de un proyecto, te encuentras en el front end del proceso, que consiste en la selección de estilos y tipografía, tamaños, ubicación y conceptos editoriales.
La planificación, jerarquización y organización de los contenidos comienza aquí. El éxito de tu site depende de toda la arquitectura informativa que puedas detallar antes de llevar la idea a los códigos.
Este enlace aquí, aquella función por allá… que el usuario se sienta en su casa y no en un terreno desconocido y menos en trinchera de guerra. Hacer que una página se vea fácil de navegar y dirigir no significa que sea fácil de desarrollar.
Pruebas y más pruebas. Cuando tengas tu idea en papel, simula que ya funciona y comienza a navegarla, te darás cuenta de que los errores se harán cada vez más evidentes a medida que la recorres entera.
Si piensas que ya está terminada, ahora te toca volcar todo este material a los códigos, es cuando pasas a la etapa de back end, importantísima y frágil en iguales proporciones.
Quien desarrolla el proyecto, tiene la difícil labor de “encender” el funcionamiento de lo planificado anteriormente.
Las encuestas se programan, la opción de búsqueda se activa, las galerías se optimizan, los videos y audios se alojan en reproductores, los registros de los usuarios se almacenan en bases de datos, los contenidos se enlazan y la conexión con redes sociales se establece.
Es todo un reto levantar sin tropiezos la estructura diseñada en la mente del arquitecto.
Una vez levantada, es probable que otros errores salgan a flote y se deba retornar a la mesa de planificación para enmendarlos. El trabajo en equipo, y el cumplimiento estricto de agendas de trabajo, es lo más saludable para completar la empresa.
Desarrollada la página, evalúala, analízala, vuélvela a recorrer. Que no quede ni un cabo suelto. Piensa que hay muchos enemigos en la calle que querrán ver tu propuesta y encontrar algún mínimo detalle para destruirte.
Es así como se concibe un sitio en la red. Sin más fórmulas de bolsillo que la planificación y compromiso para lograr un trabajo impecable.
Descarga PDF: ¿Quién es el arquitecto?
miércoles, 2 de junio de 2010
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